Berlín, que ahora se recopila en una edición integral en rústica, es una de las obras más ambiciosas que se hayan realizado en forma de novela gráfica. Jason Lutes se distancia de los grandes personajes de la política, para centrarse, a través de las vidas de un pequeño grupo de berlineses, en el ascenso del fascismo y la rapidez con la que puede reemplazar a la democracia. La mayoría de los habitantes de Berlín sigue su día a día sin percatarse de la amenaza que se cierne sobre su existencia. Mientras tanto, el periodista Kurt Severing y la artista Marthe Müller miran con horror cómo su sociedad comienza un vertiginoso descenso al extremismo.
Berlín es una obra monumental elaborada a lo largo de veintidós años que muestra, a través de los ojos de la gente corriente, la transformación de la ciudad alemana de una metrópolis liberal a un baluarte del fascismo. Lutes comenzó a publicar Berlín, de forma serializada, en 1996. Fue elegida en 2005 como una de las 10 mejores novelas gráficas de todos los tiempos por la revista Time. Ha ganado cinco premios Eisner, dos Ignatz y un Harvey.
Lutes confiesa que sabía muy poco de la Segunda Guerra Mundial, pero que un vídeo que vio en clase de historia sobre los campos de concentración le impactó profundamente. “La imagen que se me quedó grabada fue la de un bulldozer empujando pilas de cuerpos, pilas de cadáveres demacrados dentro de las fosas”, confiesa horrorizado, y señala que desde entonces ha “tratado de darle un sentido”. Más de una década después, cuando ya había empezado a dibujar Berlín, se dio cuenta de que había canalizado su obsesión hacia la ciudad. Quería entender qué ocurre antes del desastre: “Es el periodo antes de que estalle la tormenta y se desate el infierno”.