De Sally sabemos que tiene dos hijos y se dedica a la investigación privada. Infidelidades, fraudes de poca monta, seguimientos, un poco lo de siempre. Empezó a hacerlo cuando su marido Robert la abandonó, nadie sabe muy bien por qué. Digamos que Sally es detective por herencia conyugal.
Hace unos años, Robert recibió el encargo de investigar la desaparición del sexagenario Mortimer Buenaventura. Aquel asunto supuso un punto de inflexión en su relación con Sally. Tal vez fue entonces cuando todo se torció.
Sally Salinger, protagonista de casos tan celebrados como Castilla Drive o Caramelos atómicos, tiene un pasado. En estas páginas sale a la luz.