Amalia, decepcionada de la vida tras un fracaso amoroso, ocupa el puesto de portera del edificio que dejó su madre al morir. Su intención inicial es refugiarse durante un tiempo de ese mundo que considera hostil. Pero han pasado los años y el plan ya le está bien, no necesita más. Ahí en su semisótano vive tranquila con su rutina, sus libros y su querido gato.
Un día llega al inmueble un personaje con la extraña misión de encontrar y llevarse en su maleta las almas de aquellas personas que han quedado solas, aisladas del resto de la sociedad, como es el caso del vecino del ático. En pleno traspaso del anciano, el gato de Amalia se cuela también dentro de la maleta. Tan sólo ella ha visto lo que acaba de pasar. Su propósito a partir de entonces será seguir al misterioso hombre para rescatar a su minino, aunque para ello tenga que adentrarse en el Inframundo y vivir lo que allí le espera...