En el año mil, como predijo el Apocalipsis, una lluvia de muerte y fuego se abatió sobre la Tierra. Una nube oscura envolvió el mundo y lo sumergió en la noche durante mucho tiempo. Civilizaciones fueron barridas, miles de generaciones se extinguieron antes de que el sol volviese a brillar. Pasaron siglos antes de que la vida pudiese retomar su curso, pero había que reconstruirlo todo, ya que todo se había perdido en el olvido. La humanidad se adentraba así en la edad perdida.