Los vestuarios de un instituto son un ecosistema cerrado, donde no existe ninguna figura de autoridad y los estudiantes deben apañárselas por ellos solos. Se usan palabras duras y algunas formas de violencia se repiten una y otra vez, y la diferencia más pequeña puede desencadenar burlas y acosos. En los vestuarios se aleja del culebrón adolescente y nos muestra la dureza del bullying entre adolescentes, para demostrar que, aunque las heridas del cuerpo puedan curarse, las del alma no