1793. Luis XVI es condenado a muerte mientras Francia es golpeada por el Terror, la incertidumbre y el caos. Un pintor peculiar, de verbo fuerte y un golpe de espada afilado, recorre las calles de París entre las escenas de violencia que otros artistas dejan plasmadas en sus bocetos. Pero Lazare Bruandet solo sueña con pintar la naturaleza que lo fascina, lejos de la sociedad, sin preocuparse por el academicismo ni la posteridad. Desgarrado por dolorosos recuerdos de la infancia, este hombre vivaz y de mirada inquietante deambula por el bosque inmerso en sus dos pasiones: pintar y el manejo de la espada.
Franz Duchazeau nos permite, mediante este cómic, descubrir pasajes de la vida de un visionario, un pintor esencial a la vanguardia del movimiento paisajístico francés que, sin ser de los más famosos, está presente con su obra en los museos más importantes de bellas artes, incluyendo al Louvre.