La Espada y la Cruz narra la historia de cómo sobrevivieron los tercios españoles durante la conquista de Flandes, qué consecuencias tuvo para la población civil y otros hechos históricos poco conocidos a la vez que te hará disfrutar de una enigmática ficción con espías, astrólogos y terrores sigilosos. Las estrategia militar, política y religiosa son los esquemas por los que se mueven nuestros protagonistas, que lucharán por conseguir sus propósitos a costa de sus propias vidas, sin saber que algo más grande está por suceder. ¡No te lo puedes perder!
La historia comienza con una cruenta tormenta que facilita la huida por el bosque de dos niños y una mujer. La tragedia ha asolado a su familia y su tío, el príncipe Aren von Kreuz es la mano ejecutora. Se ha hecho con el control del castillo y que quiere acabar con ellos para atar los últimos cabos sueltos para que su poder sea indiscutible.Si logran escapar de su ira, deberán permanecer ocultos para siempre a riesgo de sus propias vidas, o hasta que, por fin, el terror abandone sus tierras.
Años después, Alberto Cruz acepta marchar al frente de Flandes tratando de huir de la miseria que asola el reino español, a consecuencia de la larga guerra en el norte que empuja incluso a los nobles a alistarse para superar su ruina. Sin embargo, desconoce que se encamina a un destino aún más peligroso que la muerte en combate, pues una confabulación oscura y misteriosa se ha estado tejiendo durante años en la profundidad de las cortes europeas. El destino querrá se tope con esos hilos, para bien o para mal. Esto desenterrará viejas historias del pasado.
A lo largo de la historia, conocerá a Cecile, una cortesana francesa que se ve empujada a instalarse en la corte del emperador y allí conocerá a su objetivo, el príncipe Aren. Mientras tanto, tampoco están a salvo los campesinos de Austria que están sufriendo, además de la miseria y la violencia a la que los someten los soldados, terribles ataques nocturnos, y la locura de castigos de la Inquisición parece querer cobrar forma bajo una figura cruel y ambigua.
Se enmarca en la convulsa época donde ocurrió una de las peores guerras que ha sufrido Europa, la Guerra de los Treinta Años, donde las potencias europeas luchaban ya no solo por el credo a seguir, sino por el poder y dominio de Europa. Siendo la última en Europa con motivos religiosos y la primera en involucrar a tantas potencias enfrentadas, preludio de lo que viviría el continente en el siglo XX. Así, se convierte en el escenario perfecto para que las redes del poder, la traición y la ambición atrapen a campesinos, soldados, espías y sirvientes.