En 1944, mientras el Ejército Rojo se acercaba a Varsovia, la valiente resistencia polaca dio inicio a un levantamiento contra las fuerzas alemanas. Los combatientes insurgentes se enfrentaron con coraje y determinación a las temibles SS durante tres largos meses. Entre ellos, se encontraba Maria Sabina Devrim, una joven de tan solo 21 años en ese entonces, quien se unió a la resistencia con una férrea determinación. A lo largo de aquel conflicto, María luchó incansablemente hasta el final, eludiendo de manera milagrosa la cruel mano de la muerte. Posteriormente, tras haberse exiliado en Francia, decidió compartir su inspiradora historia con el mundo.