Según testimonios que corren de boca en boca en los corrillos del cómic desde hace décadas, Squeak The Mouse fue el personaje que inspiró a Matt Groening para crear a sus Rasca y Pica. Y no parece descabellado, a tenor de las vibrantes similitudes que presentan muchos de los gags de ambas series. Pero libro y autor son mucho más que eso. Leyenda del fumetto desde mediados de los sesenta tanto en su país como en Francia, y fundador de la mítica revista Cannibale a finales de los setenta, Mattioli comenzó a publicar Squeak The Mouse en 1982, llegando muy pronto al público español a través de la revista El Víbora. Irreverente y pop, amante de las vanguardias tanto como de los géneros más arrastrados de la cultura popular, Mattioli encontró el éxito internacional con esta parodia de los dibujos animados protagonizada por el gato y el ratón más sanguinarios de la historia. Un festival de fluidos y amputación que se convirtió en fuente de inspiración para autores underground de todo el mundo y que sigue colmando hoy los peores instintos del lector más depravado. Sexo explícito, humor negrísimo, guiños al terror y la ciencia ficción de serie B y, sobre todo, un ritmo endiablado que desemboca en una escalada de violencia y destrucción burbujeantes que nadie ha logrado superar.