El fin del mundo no fue como todo el mundo había imaginado. Empezó de una forma más sutil, con un intenso picor en el brazo. Después, una rama brotó literalmente en su espalda. Meg tiene ocho años y se está transformando en un árbol. Sin metáforas. En busca de una cura para detener su horrible metamorfosis antes de que sea demasiado tarde, su madre, su problemático hermano y su, hasta ahora ausente, abuelo se embarcan en una odisea extraña y desgarradora por las carreteras secundarias de Estados Unidos. Pero cuanto más se alejan de casa, más fuerzas amenazan con destrozar a la familia a medida que se acercan fanáticos religiosos y mercenarios decididos a destruir a la niña o usarla para sus propios fines.
Jeff Lemire, junto al dibujante Phil Hester, ha ideado una epopeya sobre una madre que hará todo lo posible por mantener a sus hijos a salvo en un mundo de horrores indescriptibles con el body horror como eje, pero sin olvidar el cotidianismo de la vida familiar que tanto arraigo tienen en todas las obras del guionista canadiense.