Es un hecho: las adolescentes se transforman en panteras salvajes cuando menstrúan y esto complica sus relaciones familiares y crea una situación dramática en el colegio. El Gobierno no está dispuesto a permitirlo, por lo que toda el agua potable que sale del grifo lleva una carga adicional de progesterona y estrógenos. El Estro-Pop es un refresco libre de estrógenos exclusivo para chicos, pero para Maude, de doce años, se ha convertido en su única bebida. Tiene un plan.
En este segundo volumen de Man-eaters, Cain, Miternique y Niemczyk se han aliado con un buen grupo de chavalas –Elise McCall, Stella Greenvoss, Eliza Fantastic Mohan y Emily Powell– para continuar esta historia sobre gatas que pueden ser suaves y cuquis, a menos que las toques como no toca. Entonces, pueden matarte.