En plena madrugada, con las calles cubiertas de un manto blanco porque no para de nevar, Shigeru aparece frente a la casa de Seiichi y le pide que lo siga. Los dos acaban en el lugar en que Seiko tiró a su hijo cuando era pequeño. La situación es inquietante, su primo se comporta de manera extraña y, aunque mamá ya no está con él, su sombra es alargada. ¡¡Mientras desvaría, Seiichi se asusta al dar con una posible explicación a todo...!!