Melina es la hija mayor de un matrimonio de campesinos que acaban de ser padres por segunda vez y que se están volcando en su nuevo hijo. Como el pequeño duerme fatal, la pareja ha tenido que centrarse en él y dejar a Melina un poco de lado. Melina vive en la villa de Hammerdam, un pacífico pueblecito que se ha hecho famoso porque en sus dominios acaba de caer un martillo mágico que, se supone, enviaron los dioses. Muchos desean empuñar el martillo, pero es el propio martillo quien elige a su poseedor (o poseedora) según el principio de que esa persona sea ideal para cumplir una misión determinada (sea cual sea). Una noche, Melina levanta el martillo. Una vez se descubra el milagro, tendrá que abandonar la aldea y emprender un largo viaje.