A los cinco años, tras el divorcio de sus padres, Yeowoo tiene que irse a vivir al campo con su abuelo y su tía. Por otro lado, Paulina, cansada de no ser aceptada en su cuidad, se convierte en su nueva vecina y en la única persona que le presta un poco de atención. Una serie de encuentros a lo largo de los años hará que Paulina acabe considerando a la pequeña como su propia hija, ayudándola a crecer y madurar hasta que Yeowoo empiece a apreciar el ritmo en el pueblo, todas sus primaveras y la vida que tiene. Un cuento de animales muy humano que sigue el viaje de una zorrita entre los cinco y los dieciséis años.