La montaña es un espejo que refleja a las personas. Buntarô Mori lleva una vida solitaria, dedicada a la montaña. Sin embargo, el encuentro con Yumi, su antigua compañera de clase, aumenta las dudas que le acechan por dentro. Poco después, decide volcarse por completo en la escalada y se une a la expedición que subirá la cara este del K2. No obstante, descubre que su grupo se rige por la típica jerarquía cimentada en la antigüedad a la que nunca ha logrado acostumbrarse. Al final, los montañistas elegidos inician su escalada invernal sin haber conseguido compenetrarse.