Hoy me ha salido una sonrisa de dentro, porque ha sido un día pandástico. Una organización del mal tiene sus miradas puestas en el planeta Tierra. El comandante de estas fuerzas libra batallas encarnizadas cada día, pero lo compagina con placeres cotidianos como comprarse un dulce en el konbini después del trabajo, cuando el medidor de estrés está al máximo. No obstante, ¡pronto llega el día libre que tanto ha ansiado! Desde por la mañana hasta por la noche, solo puede pensar en los osos panda, ¡que son la mejor cura para su agotamiento! Después de recargar las pilas y el corazón, está listo para afrontar una nueva semana de trabajo duro.