¡Llega la secuela de la obra que revolucionó Japón por retratar los mitos y la realidad de la medicina japonesa!
Eijiro Saito, médico en prácticas en el Hospital Universitario Eiroku, comienza su última etapa de prácticas en el servicio de urología. En ese entonces, Saito se da cuenta de que su compañera Akagi sufre de una insuficiencia renal y su única salida es someterse a un transplante.