Georgie y Lowell han decidido fugarse e iniciar una nueva vida juntos en la que encontrar la felicidad, pero la enfermedad sigue haciendo mella en él. Para poder sobrevivir, Georgie decide vender su brazalete, la única pista que la vincula con su pasado, y buscar a un misterioso personaje llamado Cain, del que se dice que tiene acento australiano. ¿Tendrá algo que ver con sus hermanos Abel y Arthur, a los que echa tanto de menos? La vida de Georgie sigue girando en espiral hacia un final insospechado.