En casa de Sachi, todos parecen haber asimilado la situación y se preparan para el parto. Takara, en cambio, aún no ha visto cambio alguno en su conflicto familiar. Sachi decide entregarle una carta a la madre de Takara; sin embargo, al ir a entregársela, esta la despide diciéndole “Mi labor como madre ha llegado a su fin” con una sonrisa dibujada en el rostro.
Días después, llega el cumpleaños de Takara. Con el formulario de la solicitud de matrimonio civil en la mano, el joven le da una respuesta a Sachi y le dice lo que quiere en su gran día: su apellido. Sachi rellena el formulario con gusto y responde a la petición de Takara con otra. Un nombre por un nombre: el de su bebé. El vínculo entre ambos se hace cada vez más fuerte.
Por otra parte, Sachi conoce por redes sociales a una chica que, al igual que ella, está embarazada. Cree que ha encontrado a alguien con quien poder sincerarse por completo. Piensa que existe cierta sororidad porque ambas se encuentran en la misma situación, pero...