Myne por fin empieza a adaptarse a su nueva vida, pero es incapaz de olvidar su amor por la lectura. Con la llegada del invierno, se propone experimentar con diferentes técnicas: papiro, tablillas de barro..., cualquier cosa con la que pueda fabricar sus queridos libros. Sin embargo, antes de ponerse manos a la obra, debe ocuparse de las tareas de casa y aprender a cocinar frutas mágicas… Por suerte, Myne cuenta con la ayuda de Otto, un joven soldado que trabaja para su padre.
¿Podrá Otto enseñarle a leer y escribir el idioma de ese mundo tan extraño y ayudarle a conseguir sus objetivos?
Una historia tierna y divertida que hará las delicias de los amantes de la lectura