Loki y compañía consiguen infiltrarse en el presidio celestial de Asgardhr para rescatar a Sachsen, a quien tiene preso el Sagrado Mecenazgo. Loki se ve en apuros cuando el alcaide Miguel, con el que estaba luchando, se transforma mediante una pintura maldita. Entonces, Lice le transmite toda su sanguina a Loki y este, revitalizado, se transforma a su vez y lo captura. Sin embargo, a Miguel también le había manipulado los recuerdos otro comisario, Ishka. Por su parte, Sachsen recupera la memoria y... ¡recuerda que lo que pretende el Mecenazgo realmente es resucitar a la bruja!