El Observador vivió como un ser humano hasta el final de sus días y han pasado unos 500 años desde que los Golpeadores optaron por coexistir con los seres humanos.
La gente ha obtenido una libertad sin precedentes. Cuerpos sanos, comida ilimitada y realización de sus deseos.
Una muñeca despierta en una ciudad futurista con rascacielos y luces de neón que alguna vez fue solo una fantasía. ¿Cómo vivirán Inmo y los inmortales en este mundo donde todo ha cambiado?
Esta es la historia de nuestro potencial.