Un rayo de luz ilumina el corazón de Tatara, quien ahora no puede bailar...
Debido a su lesión en el ojo, Tatara no puede presentarse al Grand Prix de Sendai. Es entonces cuando visita las instalaciones de entrenamiento que usan los mejores bailarines de Japón. ¡Ahí su visión sobre el mundo de este deporte empieza a cambiar tras conocer a Kurauchi, Hakamada y los demás bailarines!