La pérdida del tercer Robin fue un duro golpe para la batfamilia, y en especial para el grupo de justicieros cuya sede, el Campanario, diseñó él mismo en Gotham. Pero entre los sueños rotos de sus antiguos aliados se abre paso la sorprendente verdad: Tim, lejos de morir, está preso en la cárcel de un misterioso adversario, el Sr. Oz. Aun así, descubrirá la identidad de su carcelero; con quién compartirá cautiverio en esa prisión aparentemente inexpugnable y quién podría ayudarle a escapar son otros de los enigmas que se desvelarán en estas páginas. Y en ausencia de Tim, su antigua compañera, Stephanie Brown (Spoiler), entablará una peligrosa amistad con Lonnie Machin (Anarquía) y averiguará que es alguien muy cercano a sus amigas... y a sus rivales. Mientras las incógnitas crecen, una amenaza mortal se cierne sobre Batwoman y un funesto destino parece aguardar también a Clayface, el villano arrepentido cuyo origen se rememora, al igual que el del propio Tim como Robin, en este volumen.
El actual escriba de la serie principal del Hombre Murciélago, James Tynion IV (El Batman que ríe: Se alza el infierno), prosigue con su etapa en Detective Comics junto a Álvaro Martínez Bueno (Grayson), Carmen Carnero (X-Men Red) y Eddy Barrows (Superman). En la historia que da título a este tomo, Un lugar solitario para vivir, se evocan las primeras apariciones de Tim Drake (Grandes autores de Batman: Marv Wolfman - Año tres y Grandes autores de Batman: Norm Breyfogle - Ritos iniciáticos). Es toda una reivindicación del personaje gracias a un guionista que, entre los más aclamados del Caballero Oscuro últimamente, demuestra conocer a la perfección el pasado de los superhéroes que retrata.