Clark Kent es un muchacho normal de Kansas... hasta que descubre que tiene poderes sobrehumanos. Llegó a la Tierra en una nave espacial y, aunque aún desconozca los detalles de sus raíces, está dispuesto a aprovechar sus habilidades para convertirse en el héroe de Metropolis: ¡Superman! Lo que ignora es que contará con la oposición frontal de cierto magnate llamado Lex Luthor. En los años ochenta, el guionista y dibujante John Byrne ya había triunfado en series como X-Men o Fantastic Four cuando dejó su impronta en la mitología del Hombre de Acero haciéndolo, paradójicamente, más humano que nunca. El Hombre de Acero aprovechó la pizarra en blanco que había dejado Crisis en Tierras Infinitas para sumir a los lectores nuevos y veteranos en la vida de un Superman que empezaba de cero en compañía de secundarios y enemigos de toda la vida que también cobraban vida nueva gracias a uno de los mejores autores del momento.