Saki, en un momento de catarsis, ha descubierto que se siente atraída por Kanon, su compañera de clase. Por si esto fuera poco, un día Kanon se queda a dormir en su casa de manera inesperada y terminan entablando una conversación sobre sus futuros. Kanon entonces se abre con Saki y le confiesa algunos pensamientos que le rondan la mente últimamente: quiere ser capaz de ser más independiente, sin tener que depender de otra persona en todo momento. Tras este momento de confesión, Kanon se relaja tanto que acaba durmiéndose, cara a cara con Saki, quien no puede evitar dejarse llevar por sus sentimientos. Aunque una parte de ella teme que esa pasión salga a la luz, le resulta imposible reprimir lo que siente…