Cuando la madre de Takezô se casó con el padre de Shinobu, Shinobu volcó su odio hacia ese niño recién llegado a casa. Fueron una infancia y una adolescencia cargadas de momentos y situaciones que los marcaron a ambos hasta convertirse en los adultos que ahora son.
En la actualidad, Takezô dirige un restaurante y hace un año que no ve a su hermanastro mayor. Justo desde aquel día en que, con el aroma del perfume de la esposa de Shinobu en la piel, acarició el cuerpo de su hermanastro hasta alcanzar el clímax. Pero entonces, sin esperarlo, Shinobu aparece en el restaurante pidiendo una mesa... ¡y que Takezô lo atienda!